En el mundo de la Fórmula Uno, nada es tan simple como parece. Las nuevas regulaciones de motores previstas para 2026 llegan con cinco años de retraso respecto a su programación original y algunos creen que están llevando al deporte por un camino del cual quizás nunca regrese.
Las discusiones sobre el futuro de la Fórmula Uno comenzaron en 2017, cuando la FIA invitó a los fabricantes actuales y potenciales a unirse a un grupo de trabajo. En ese momento, parecía que el futuro del mercado automovilístico global sería híbrido, por lo que se tomó la decisión de mantener la estructura fundamental de los híbridos turbo V6 de F1, pero haciéndolos más ‘verdes’.
La dirección híbrida – cuestionable
Aunque se discutió el retorno a los motores de combustión V8 con combustibles 100% biológicos, el apoyo abrumador de los fabricantes fue continuar por el camino híbrido. Pero el problema con los coches híbridos es que llevan el peso de un motor de combustión junto con los pesados componentes eléctricos necesarios, lo que es parte de la razón por la que los coches de F1 de hoy son aproximadamente un 50% más pesados que hace solo 20 años.
Con el aumento de peso, los modernos coches de F1 requieren cada vez más carga aerodinámica, lo cual, según un informe publicado esta semana, se está volviendo problemático a medida que los equipos examinan los resultados de sus simulaciones para 2026.
El informe afirmaba que el coche de 2026 sería casi imposible de conducir cuando el alerón trasero esté en su configuración de menor carga aerodinámica mientras el motor esté entregando su máxima potencia. Hubo varios casos de pilotos derrapando en las rectas mientras luchaban por controlar la parte trasera de los coches en las curvas más leves.
Parece que el problema es causado por el cambio en el balance aerodinámico que ofrece el nuevo sistema de aerodinámica móvil, el cual es tres veces más potente que en los actuales coches de F1.
Coches de 2026 “inconducibles”
El informe fue más allá citando a un “informante” que sugería que los coches debían ser conducidos de manera tan conservadora que sus tiempos por vuelta serían equiparables a la maquinaria actual de F2. La solución que ahora está examinando la FIA es hacer que tanto los alerones delanteros como traseros en los coches de F1 de 2026 tengan componentes aerodinámicos móviles. Sea cual sea el resultado, las nuevas regulaciones probablemente se extenderán más allá del final de las carreras de varios de los actuales pilotos en la parrilla.
Max Verstappen no es fanático del próximo nuevo amanecer de la F1 y cree que las reglas van en la dirección equivocada con sistemas cada vez más complejos como las partes aerodinámicas móviles. El campeón del mundo cree que el regulador del deporte haría mejor en centrarse en reducir el peso del moderno coche de F1.
